Delta de Lobregat
Itinerario por el Delta de Llobregat, situado en la desembocadura del río con el mismo nombre, entre los macizos de Montjuïc y del Garraf.
El Delta del Llobregat está situado en la desembocadura del río con el mismo nombre, entre los macizos de Montjuïc y del Garraf y ocupa una extensión de 98 quilómetros cuadrados. Su aparición es reciente: desde la época romana ha ido creciendo hasta el siglo XIX. Los materiales que forman el delta han permitido la presencia de un acuífero que ha facilitado un uso intenso de esta zona, principalmente la agricultura, que aún hoy día ocupa una buena parte del delta.
Las lagunas dispersas por el delta, al sur del río Llobregat, también son alimentadas por este mismo acuífero. Aparte de las lagunas, encontramos una gran variedad de hábitats que tienen interés europeo, motivo por el cual más de 900 hectáreas han sido declaradas como ZEPA (zona de especial protección para las aves), que también forman parte de la Red Natura 200. Además, de estas 900 hectáreas cerca de 500 son Reserva Natural Parcial.
Aun así, la flora y la fauna tiene que convivir con una intensa actividad humana, aparte de la agricultura: zonas urbanas, industriales, de servicios, redes viarias y ferroviarias y las infraestructuras del Puerto de Barcelona y del Aeropuerto del Prat. Precisamente este último marca de manera muy importante el itinerario que proponemos, ya que cada 5 minutos pasa un avión por encima que aterriza en el aeropuerto, haciendo un ruido bastante imponente.
El itinerario que proponemos en el Delta del Llobregat se sitúa en lo que se llaman los Espacios Naturales del río Llobregat. Es una ruta circular y absolutamente plana, muy fácil de hacer con niños, que tardamos en completar 4 horas (teniendo en cuenta que paramos en los escondites para observar animales y comimos por el camino). Como siempre, es importante llevar prismáticos y guías de fauna y/o flora. Es importante destacar que no se puede hacer esta ruta con bicicleta, solo se puede hacer a pie. De los tres itinerarios que se pueden hacer (para más información, visitad la web del Consorci del Delta, nosotros hicimos parte del número 2 (aunque se pueden combinar los tres sin problemas).
Para llegar recomendamos muy firmemente ir en coche, ya que es mucho más fácil de combinar: llegar al Prat de Llobregat y seguir las indicaciones que van hacia la playa hasta que se encuentran las que indican “Espais Naturals del riu” y que llevan a un aparcamiento donde dejar el coche. Desde allí se sigue la carretera durante unos 5 minutos hasta llegar a la caseta de información.
Nosotros fuimos con transporte público y tuvimos que hacer una compleja combinación de medios: en tren (o metro L9) hasta el Prat de Llobregat y allí coger el bus PR3 hasta la parada de Cementiri Sud – Tanatori. Una vez se baja del autobús, toca andar unos 20 minutos (habiendo cruzado la carretera) en dirección al aeropuerto, hasta que nos encontramos el mirador del aeropuerto (una zona con bancos para ver aterrizar los aviones). De allí mismo parte una carretera que va al aparcamiento mencionado antes y que se tiene que pasar de largo (donde encontramos casualmente una cría de serpiente bastarda – Malpolon monspessulanus – muerta hacía poco rato). Al final de tofo llegaremos a la entrada de los Espacios Naturales, donde hay la caseta de información.
En esta caseta podéis preguntar si hay alguna especie atípica que se haya visto recientemente. En caso afirmativo, puede dar un aliciente al itinerario.
Al principio del itinerario nos encontramos con diferentes tipologías vegetales según el lado del camino que miremos. A la izquierda encontramos plantas típicas mediterráneas como el lentisco (Pistacia lentiscus) o la retama de olor (Spartium junceum), mientras que a la derecha hay numerosos chopos blancos (Populus alba). También podemos encontrar matas de jara blanca (Cistus albidus), jara negra (Cistus monspeliensis), hinojo (Foeniculum vulgare) o espino blanco (Crataegus monogyna), entre otras.
En esta primera parte, vimos muchas libélulas. Afortunadamente, como íbamos con un experto que conoce bien las especies de libélula en Catalunya, no tuvimos problemas en identificarlas: Anax imperator (la más grande de Europa occidental; los machos son de color azul y las hembras son verdosas), Trithemis annulata (el macho de un color violeta brillante y la hembra de color marrón; es una especie cada vez más abundante gracias al cambio climático, ya que proviene de África), Orthetrum cancellatum (los machos tienen la cabeza y el tórax marrón y el abdomen azul, mientras que las hembras son totalmente amarillas con dos líneas negras en el abdomen), Crocothemis erythraea (el macho de color rojo brillante y la hembra bruna) y Sympetrum fonscolombii (el macho también rojo brillante y la hembra amarilla).
Aunque todas estas las vimos al principio, antes de llegar al primer escondite, se fueron repitiendo a lo largo del itinerario. Además, en este tramo vimos una especie de pájaro introducida: el pico de coral común (Estrilda astrild), muy usado como pájaro de jaula y que apareció en Catalunya hace una década. Su origen son individuos domésticos escapados, aunque no se sabe de dónde provienen exactamente.
Una curiosidad que también encontramos en este tramo fue una avispa de terciopelo, de la familia Mutillidae. Las hembras, a primera vista, parecen una hormiga porque no tienen alas, pero un vistazo detenido permite ver que se diferencia por su coloración y por estar recubierta de pelos (de aquí el nombre). Además, también presentan aguijón.
Una vez en el primer escondite, empezamos a ver más vertebrados en los prados húmedos, casi totalmente desbrozados para poder pasturar ganado. En este caso, nosotros vimos caballos. Además, vimos diversos pájaros como garcillas bueyeras (Bubulcus ibis), calamón común (Porphyrio porphyrio), ánade real (Anas platyrhynchos), ganso común (Anser anser), golondrina común (Hirundo rustica), garcilla cangrejera (Ardeola ralloides) y garceta común (Egretta garzetta).
Siguiendo el camino que pasa por los prados húmedos (el que va hacia la izquierda) encontramos diversos jilgueros (Carduelis carduelis) volando, así como urracas (Pica pica) y palomas torcaces (Columba palumbus). También vimos un abejorro (Xylocopa violacea) volando entre flores y un grupo de garzas reales (Ardea cinerea) volando delante de uno de los muchos aviones que nos pasaron por encima. Esta zona comenzó a tener una presencia abundante de juncos (Juncus sp), que no nos abandonó en lo que quedaba de día, y también encontramos zarzamoras (Rubus ulmifolius). Entre los árboles y arbustos de esta zona pudimos observar a la hembra del papamoscas cerrojillo (Ficedula hypoleuca) y una mariposa Papilio macao, una de las más bonitas que hay en Catalunya.
En el siguiente escondite (un muro de madera con espacios para ver el prado húmedo) pudimo observar distintos pájaros limícolas como la agachadiza común (Gallinago gallinago), el combatiente (Philomachus pugnax) y el chorlitejo grande (Charadrius hiaticula). Pasado este escondite cogimos el camino que quedaba a mano derecha, con juncos flanqueando todo el lado izquierdo. Al cabo de un rato volvimos a girar a la derecha, por una pasarela de madera, que nos llevó al escondite del Sabogat, donde comimos. Este escondite y el de Cal Tet, más adelante, permiten observar diferentes puntos del Estany de Cal Tet, donde vimose la mayoría de animales. Allí observar fochas comunes (Fulica atra), gaviotas reidoras (Chroicocephalus ridibundus), gaviotas patiamarillas (Larus michahellis), ánades frisos (Anas strepera), cucharas comunes (Anas clypeata), porrones europeos (Aythya ferina), zampullines chicos (Tachybaptus ruficollis), somormujos lavancos (Podiceps cristatus) y un archibebe claro (Tringa nebularia). También vimos numerosas tortugas de Florida (Trachemys scripta), una garza real que había cazado una anguila (Anguilla anguilla) y un jabalí (Sus scrofa).
El itinerario cerca del escondite de Cal Tet y en dirección al río Llobregat (cuando el camino nos obliga a girar a izquierda y derecha, respectivamente, viniendo desde el escondite del Sabogal) está bordeado por pi piñonero (Pinus pinea), con alguna mata de zarzaparrilla (Smilax aspera). En este tramo en dirección al Llobregat vimos una hembra de colirrojo tizón (Phoenicurus ochruros) y un saltamontes muy peculiar (Acrida ungarica). Al final se puede ir hacia la derecha, hacia un mirador que permite ver la playa protegida y la desembocadura del río, o a la izquierda, que es el camino que vuelve al inicio del itinerario y que sigue el río, flanqueado per juncos, árboles de ribera y tamarindos (Tamarix gallica). Aquí vimos un grupo de aviones zapadores (Riparia riparia) volando por encima nuestro y escuchamos más de un ruiseñor bastardo (Cettia cetti).
En el último tramo del itinerario, cuando el camino gira a la izquierda para terminar en la caseta de información del inicio, hay un punto donde se pueden ver flamencos (Phoenicopterus roseus) en el río Llobregat, dirección montaña. Eso sí, se necesitan los prismáticos para poder verlos.
En conclusión, un itinerario muy fácil, que permite ver bastantes especies y muy cerca de la ciudad de Barcelona. Puede ser interesante ir también en otras épocas del año: en primavera y a principios de otoño permite ver pájaros en migración y en invierno permite ver los que están invernando. El inconveniente es que la presencia del aeropuerto y la fuerte presión humana tienen un impacto negativo para la biodiversidad del delta. Aun así, no deja de ser una ruta más que interesante.
Si la ruta os gusta y la termináis haciendo, no olvidéis decirlo en las redes sociales mediante la etiqueta #RutaCreatiBio, acompañado de fotos que hayáis hecho, tanto de los paisajes, como de las especies.
- Oxycoccos sp
- Phoenicurus ochruros
- Pistacia lentiscus
- Trithemis annulata ♀
- Trithemis annulata ♂
- Fraxinus angustifolia
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