Desfiladero de Mont-rebei

El Desfiladero de Mont-rebei es un espacio natural único por su belleza, su geología y su biodiversidad en el que se puede disfrutar de un agradable paseo.

El Desfiladero de Mont-rebei es un paraje que forma parte de la Reserva Natural Parcial de la Noguera Ribagorçana-Mont Rebei, al límite entre Catalunya y Aragón, y su mantenimiento corre a cargo de la Fundació Catalunya-La Pedrera. Se sitúa en la Sierra del Montsec, en la parte donde el río Noguera Ribagorçana es más estrecho.

El desfiladero se originó por la acción de este río, durante la formación de la sierra, erosionando la piedra calcárea hasta a formar paredes verticales de más de 500 metros, a veces separadas tan solo por 20 metros de ancho. Por este motivo esta zona es muy apreciada por los escaladores, así como por los espeleólogos gracias a la gran cantidad de cuevas que hay.

En el lado izquierdo (dirección sur) del desfiladero hay un pasadizo que permite cruzarlo caminando, disfrutando del precioso paisaje que se observa. También hay la posibilidad de cruzarlo desde el agua, con cayac, permitiendo ver toda la altura en su plenitud.

itinerari_montrebei_paisaje (11)El itinerario que proponemos recorre la totalidad del desfiladero. Se trata de una ruta lineal que nosotros hicimos en casi 4 horas, aunque se puede hacer tranquilamente en 3 horas o incluso menos. Como siempre, recomendamos hacerlo más lentamente si se quiere disfrutar debidamente de toda la biodiversidad presente en la zona. Consideramos necesario llevar prismáticos (es un lugar idóneo para ver aves rapaces) y una guía (aunque al inicio del itinerario hay un punto de información donde se pueden comprar unas pequeñas guías visuales francamente útiles).

Este itinerario se puede hacer con niños, ya que no es excesivamente complicado, pero hay que tener en cuenta que la parte que recorre el desfiladero no tiene barandillas (solo una cadena donde cogerse en la parte de la pared). Por este motivo hay que vigilar mucho en no caer. También es importante avisar que no es muy recomendable hacerlo si se tiene vértigo.

Para llegar hasta al desfiladero de Mont-rebei se puede ir desde el lado aragonés, pasando por el pueblo de Puente de Montañana o por el lado catalán, desde Tremp. Nosotros llegamos por el aragonés y es el que recomendamos, ya que la carretera por el otro lado no es tan buena.

Una vez llegamos a Puente de Montañana, abandonamos la N-230 dirección Tremp (carretera C-1311). Después de cruzar el río por el puente, cogemos el primer camino que sale a la derecha, dirección el desfiladero y seguimos todo recto hasta que nos encontramos una casita que lleva a un aparcamiento donde tendremos que pagar 4€. Desde allí comenzamos el itinerario. Es necesario decir que las indicaciones, una vez abandonamos la carretera C-1311, no son demasiado grandes, así que mejor ir poco a poco (el estado del asfalto tampoco invita a ir rápido).

El inicio de la ruta empieza en el punto de información (donde podemos comprar las guías visuales y donde nos pueden explicar exactamente qué rutas se pueden hacer) y al principio tenemos la opción de rodear un embalse, donde encontraremos un hábitat de ambientes subhúmedos, con plantas como el roble albar (Quercus petraea), el espino blanco (Crataegus monogyna), el chopo (Populus nigra), el abedul (Betula pendula), la zarzamora (Rubus ulmifolius), el loto corniculado (Lotus corniculatus), el junquillo de flor azul (Aphyllantes monspeliensis) o la hierba de ballesteros (Helleborus foetidus), o ir a través de la montaña, pasando por una tartera, donde encontraremos también pino silvestre (Pinus sylvestris), romero (Rosmarinus officinalis) y tomillo (Thymus vulgaris), ya que es un ambiente más seco y soleado. En este primer tramo es fácil escuchar pájaros típicos de bosque, como el petirrojo (Erithacus rubecula) o el cuco común (Cuculus canorus), y ver reptiles entre los arbustos, como la lagartija colilarga (Psammodromus algirus). En este punto, nosotros vimos un milano negro (Milvus migrans) sobrevolando el embalse.

Los dos caminos se juntan cuando llegamos al primer puente colgante: un puente que cruza un afluente del río principal y que tiene la particularidad de balancearse bastante. Aunque impresiona andar por encima suyo, es completamente seguro. Una vez se cruza, comienza el ascenso hasta el desfiladero, donde cambia el tipo de vegetación, siendo mucho más pequeña y esencialmente rupícola, es decir, que crece sobre piedra, y donde podemos encontrar la oreja de oso (Ramonda myconi) o la jara de montaña (Cistus laurifolius). En este tramo que discurre por el camino cortado por la pared, con algunos túneles, es donde podemos ver la mayoría de pájaros, principalmente las rapaces, como el buitre leonado (Gyps fulvus) o el águila real (Aquila chrysaetos) (también es posible ver quebrantahuesos – Gypaetus barbatus), aparte del avión roquero (Ptyonoprogne rupestris), el avión común (Delichon urbicum) o la chova piquigualda (Pyrrhocorax graculus). También se pueden observar algunos invertebrados como el escarabajo Akis sansi o milpiés negro (o de patas blancas – Tachypodoiulus niger), junto a diversas mariposas (al menos en primavera, cuando hicimos el itinerario).

desfiladero de mont-rebeiCuando salimos del desfiladero, volvemos a encontrarnos una zona boscosa donde se alternan plantas de ambientes húmedos y otras de más secos. Aparte de algunas plantas mencionadas al principio, también se puede encontrar el carrasco (Quercus coccifera), la sabina negral (Juniperus phoenicea), la madreselva mediterránea (Lonicera implexa) o el pino salgareño (Pinus nigra). En esta zona vuelve a haber presencia de pájaros de bosque, como el pinzón vulgar (Fringilla coelebs).

Aquí es donde nosotros terminamos el itinerario y hasta donde calculamos el tiempo, pero el camino sigue hasta un segundo puente colgante, después del cual hay unas escaleras que suben la pared vertical.

La vuelta al punto de inicio se hace por el mismo camino que hemos hecho de ida, pero las vistas son tan espectaculares que no se hace pesada.

Si la ruta os gusta y la termináis haciendo, no olvidéis decirlo en las redes sociales mediante la etiqueta #RutaCreatiBio, acompañado de fotos que hayáis hecho, tanto de los paisajes, como de las especies.

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