Itinerario por Bempton Cliffs
Hoy traemos el primer itinerario fuera del territorio nacional, concretamente en Inglaterra. En la costa este del país, la zona de Yorkshire, hay los acantilados llamados Bempton Cliffs, bañados por el mar del Norte. Estos acantilados están constituidos por creta, una roca sedimentaria, y tienen una longitud de unos 10 quilómetros de largo. Se formaron durante el Cretáceo y tienen origen marino, motivo por el cual tienen un tono blanco-grisáceo.
En Bempton Cliffs encontramos una reserva protegida gestionada por la Royal Society for the Protection of Birds (RSPB). La RSPB es la entidad conservacionista más antigua del Reino Unido, con más de un millón de socios, y gestiona distintas reservas. Su tarea conservacionista es una de las más importantes del mundo y realiza muchas tareas relacionadas con la conservación de los pájaros.
Para llegar hasta allí nosotros volamos hasta Manchester, puesto que era la combinación que mejor nos iba, aunque también se puede volar a Liverpool o Leed, y desde allí fuimos en coche hasta el pueblo de Bempton, donde teníamos el alojamiento (es un viaje de unas dos horas y media). Desde ese mismo pueblo es por donde se accede a la reserva de Bempton Cliffs, un paraíso para los ornitólogos. Obviamente, para los dos itinerarios que proponemos hou es imprescindible coger prismáticos y/o catalejo, así como una guía de aves y un impermeable (aunque hay la opción de alquilar prismáticos y comprar guías en la misma reserva, que dispone de tienda).
La primera ruta que presentamos fue en barco (30 libras por persona), para ver los acantilados desde abajo. El barco, coordinado por la RSPB, salió del puesto de Bempton (lleno de gaviotas argénteas europeas – Larus argentatus) y se dirigió hacia el norte, hacia los acantilados. Los voluntarios de RSPB estuvieron explicando qué especies veríamos e iban avisando cada vez que veíamos algún ejemplar. En el barco había un centenar de pasajeros, sin contar a los voluntarios.
A medida que navegábamos rumbo norte, los acantilados ganaron altura, hasta llegar a unos cien metros de altura en su punto más alto. A medida que nos acercábamos al sitio de cría vimos cada vez más pájaros. Los primeros fueron pequeños grupos de alcas comunes (Alca torda) y de araos comunes (Uria aalge) volando a ras de mar alrededor del barco.
El momento más espectacular fue cuando el barco se puso justo a los pies de los acantilados y pudimos ver toda su altura llena de aves, como si se tratara de un bloque de edificios.
Durante la vuelta al puerto no pudimos ver mucha más cosa porque cayó una tromba de agua y muchas aves se resguardaron en los acantilados. Aun así, las tres horas de ruta fueron muy provechosas.
Al día siguiente visitamos los acantilados por la parte superior, donde hay la reserva y los itinerarios para hacer caminando, con distintos miradores. La entrada a la reserva vale 5 libras por personas y, de manera gratuita, se puede hacer una visita guiada con uno de los voluntarios de la RSPB.
La ruta con el guía fue muy agradable y, afortunadamente, se trataba de una persona con un inglés comprensible (la gente local de Yorkshire tienen un inglés bastante difícil de entender). Fue muy atento durante la hora que estuvimos con él y, como por suerte éramos un grupo reducido (solo 6 personas), pudo responder todas las dudas que teníamos y estar pendiente de que viésemos todas las especies que había en los acantilados.
Nos llevó por los diferentes miradores que hay en la ruta, buscando qué especies se podían observar en cada lado y haciéndonos explicaciones sobre ellas: desde el cambio de plumaje de los alcatraces, a la habilidad de llevar muchos peces en la boca de los frailecillos, hasta el método de defensa que tienen los fulmares boreales.
La visita estuvo muy bien y recomendamos encarecidamente realizarla si tenéis la posibilidad de visitar esta reserva. Una vez terminada, aprovechamos para comer en la cafetería, donde tenían bocadillos, y por la tarde volvimos a hacer la ruta por si podíamos ver mejor todas las especies.
Aparte de añadir a la lista a la gaviota tridáctila (Rissa tridactyla) y el fulmar boreal (Fulmarus glacialis), vistos durante la visita guiada, alrededor del centro de visita también observamos golondrina vulgar (Hirundo rustica) y gorrión molinero (que tienen nidos en el propio centro – Passer montanus), así como numerosas grajillas (Corvus monedula) y una curruca zarcera (Sylvia communis – encontrada en la zona arbustiva más interior de los itinerarios).
Gracias a estas dos rutas pudimos disfrutar del espectáculo ornitológico en los Bempton Cliffs. Pero hay que tener en cuenta que solo se pueden hacer en época de cría, entre marzo y octubre, sobre todo mayo y junio. En otra época se pierde el atractivo ornitológico: no hay tantos pájaros, ni se pueden ver tan de cerca. Aun así, el paisaje es bonito igualmente.
Si la zona os gusta y la termináis visitando, no olvidéis decirlo en las redes sociales mediante la etiqueta #RutaCreatibio, acompañado de las fotos que hayáis hecho, tanto de los paisajes como de las especies.
- Corvus monedula
- Larus arugentatus
- Larus argentatus
- Morus bassanus
- Morus bassanus
- Uria aalgae
- Uria aalge
- Phalacrocorax aristotelis
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