Itinerarios por la Ribera d'Ebre

En el artículo de hoy, mostramos distintas rutas por la comarca de la Ribera d’Ebre, en las que en algunas se unen historia y naturaleza.

Hoy volvemos a hacer una excepción en los itinerarios y no solo pondremos uno. De hecho, no pondremos estrictamente ninguno, ya que hablaremos de distintos puntos donde se pueden hacer rutas en la comarca de la Ribera d’Ebre. Esta comarca, situada al sur de Catalunya, es cruzada por el río Ebro en su paso entre Ascó y Miravet, y tiene una importante relevancia histórica porque fue uno de los lugares donde se desarrolló la Batalla del Ebro, en la parte final de la Guerra Civil Española.

Uno de los puntos más importantes fue el castillo de Miravet, ocupado en diferentes momentos por los republicanos y por los franquistas, hasta la ocupación final de estos últimos el 4 de noviembre de 1938. Pero la historia de este castillo es mucho más antigua, ya que los íberos se instalaron en ese mismo sitio y también tuvo una época de ocupación árabe. Pero la construcción definitiva del castillo de Miravet corresponde a la Orden del Temple.

Realmente es fácil entender porque Miravet ha tenido tanta importancia histórica, ya que su posición elevada sobre el río Ebro permite dominar toda la zona, convirtiéndose en un punto defensivo estratégico.

Pero no solo es una zona interesante per su historia, sino porque pasear por su interior (la entrada vale 3’5€) permite tener una visión única de un espacio natural singular: unas vistas espectaculares sobre el Ebro, con las sierras de Aligars-Fulletera y Cardó-el Boix al sur y las montañas de Tivissa-Vandellòs al este. Incluso con la niebla que encontramos cuando llegamos, y que poco a poco fue desapareciendo, las vistas eran brutales.

Respecto a la fauna, tuvimos la suerte de ver muchas especies diferentes, principalmente el herrerillo común (Cyanistes caeruleus), el roquero solitario (Monticula solitarius) y el avión común (Delichon urbicum, seguramente uno de los últimos ejemplares que aún no ha migrado), pero también pudimos observar, bajo las murallas del castillo, un conejo (Oryctolagus cuniculus) y urracas (Pica pica), y, dentro las murallas, palomas bravías (Columba livia) y aviones roqueros (Ptyonoprogne rupestris). Además, sobrevolando el río Ebro observamos un cormorán (Phalacrocorax carbo) y una garza real (Ardea cinerea).

miravet ribera d'ebre

También se pueden ver otras especies de animales y de plantas si se siguen los diferentes itinerarios que salen del propio castillo, recorriendo zonas donde transcurrió la Guerra Civil Española, cosa que da una carga histórica y emocional a los espacios naturales que se pueden observar.

Pero la Ribera d’Ebre no solo tiene el encanto del castillo de Miravet, sino que tiene otras áreas naturales destacables y desde donde se pueden tener unas grandes vistas. Un ejemplo de esto es la cima de la Picossa, a pocos quilómetros al oeste de Móra d’Ebre.

Tenemos que reconocer que quisimos hacer una ruta para terminar en la cima de esta montaña, pero tuvimos la mala suerte de coincidir con una carrera de montaña y no pudimos seguir los planes que teníamos. Aun así, podemos localizar la zona que visitamos entre las ermitas de Sant Jeroni y Santa Madrona y la ermita de Santa Magdalena de Mucorocó.

La verdad es que durante el rato que estuvimos caminando no vimos casi pájaros (y algunos no los pudimos identificar bien porque se movían muy rápido y se escondían dentro de árboles frondosos), ya que ese día hacía bastante viento y frío (probablemente el día más frío de lo que llevábamos de otoño). Los pocos pájaros que identificamos (abubillas (Upupa epops), gorriones (Passer domesticus) y urracas), fueron desde el coche y en la zona agrícola entre Móra d’Ebre y la Picossa. El otro animal que vimos mientras caminábamos fue una mariposa del género Vanessa. Así que principalmente fue una salida botánica.

En este sentido, la vegetación se encontraba en la cara soleada de la montaña, de manera que era una zona bastante seca, típicamente mediterránea. De esta manera, abundaban el pino carrasco (Pinus halepensis), el carrasco (Quercus coccifera) y el lentisco (Pistacia lentiscus). También pudimos ver alguna mata de romero (Rosmarinus officinalis), de espárrago (Asparagus acutifolius), de madreselva mediterránea (Lonicera implexa), de jara blanca (Cistus albidus), de brezo de invierno (Erica multiflora, que crece principalmente en suelos calcáreos, como el de la Picossa) y de aliaga (Genista scorpius), así como un par de arbustos de sabina negral (Juniperus phoenicea).

Es importante destacar la presencia de numerosas áreas cultivadas, principalmente por olivos (Olea europaea). Estas áreas favorecen que puedan aparecer especies exóticas, como fue el caso de un agave (Agave sp) que nos encontramos. También destacamos que el camino que hicimos discurría por zonas donde había bastantes carteles que avisaban que aquella era un área donde se cazaba habitualmente.

La verdad es que nos quedamos con las ganas de hacer un itinerario bien hecho y poderlo explicar aquí, pero las circunstancias del día hicieron imposible este objetivo. Esperamos poder subir a la Picossa más adelante.

Como siempre, las zonas que hemos mostrado pueden variar según la época del año, encontrándose unas especies diferentes, en el caso de los animales, o en un estado diferente, como plantas floridas. Así tenemos otro motivo para volver a visitar la Ribera d’Ebre.

Si la zona os gusta y la visitáis, no olvidéis decirlo en las redes sociales mediante la etiqueta #RutaCreatiBio, acompañado de fotos que hayáis hecho, tanto de los paisajes, como de las especies.

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